En la tardecita del 28 de diciembre de 2015, la sala de reuniones del primer piso de la Sede Social de Estudiantes se llenaba de periodistas. El presidente Alicio Dagatti ocupaba la cabecera de la mesa y presentaba en sociedad al nuevo director técnico de Estudiantes, el mendocino Marcelo Vázquez, y de esa manera se iniciaba un ciclo fructífero que hoy cumple 3 años. Atrás había quedado una serie de reuniones, contactos y sondeos entre la comisión directiva y distintos entrenadores, con la intención de hacer la mejor elección de quien conduciría los destinos de nuestro primer equipo.
«Estudiantes es algo que me seducía, por lo que es, por lo que genera, vive el fútbol todo el día. Voy a dejar todo en el día a día, es lo que se merece la institución», fueron las primeras declaraciones de flamante técnico celeste. También fue remarcando puntos claves de su forma de trabajar: la consolidación de una base, el estudio del rival, el profesionalismo, y la importancia del grupo como eje principal para alcanzar el exito. Cuál es el objetivo, le preguntaron, «ascender, sin dudas», respondió.
Siguiendo la cronología, el día 4 de enero de 2016 se presentaron en conferencia de prensa a los primeros refuerzos (Maxi Comba, Emanuel Sesma, Sebastián Coria y Lisandro Alincastro), y la mañana del 6 de enero, en el Candini, se realizó la primera práctica. Luego se sumó una de las piezas claves, el profesor Ricardo Palladino, para conformar un cuerpo técnico que se mantiene inalterable hasta hoy
Un derrotero colmado de satisfacciones
El recorrido de Marcelo Vázquez como director técnico de Estudiantes tuvo su primer exito al vencer a Atenas por la Copa Rey del Imperio.
Oficialmente debutó en el Torneo Federal B 2016, en donde llegó hasta los cuartos de final. El arranque fue con victoria 1 a 0 ante Huracán Las Heras, punto inicial, en torneos nacionales, de una serie de partidos invictos en condición de local que todavía perdura.
En el siguiente torneo de la temporada, el Federal B 2016 segunda edición, el equipo de Vázquez fue madurando de a poco, hasta consolidarse en los tramos finales de la competencia y darle a Estudiantes un nuevo campeonato nacional.
Esta gloriosa actuación no solamente le dio el ascenso al Federal A, sino que además lo volvió a clasificar a la Copa Argentina. Este torneo, que reune a los equipos de todas las categorías, es una de las cuentas pendientes que tiene Estudiantes, pero a la vez es la competición que permitió transitar uno de los hechos fundamentales de nuestra vida social y futbolística: el retiro en cancha de Pablo Aimar con la celeste, el 23 de enero de 2018.
Los meses de espera entre el ascenso en diciembre del 2016 y el inicio del Federal A en septiembre del 2017 fueron aprovechados para consolidar la base. La gran apuesta del presidente Alicio Dagatti fue afrontar la Liga Regional con la mayoría del plantel del ascenso más algunos nuevos refuerzos. El resultado fueron nuevas estrellas en el palmarés celeste al ganar el torneo Apertura y la final Anual.
En el Federal A 2017/2018 la actuación del Estudiantes de Vázquez fue superlativa. La transición casi no se notó y el equipo tomó el rol de protagonista, peleando por el ascenso hasta el final.
La edición actual del Federal A encuentra nuevamente a Estudiantes entre los equipos de vanguardia. Reconocido y valorado por todos, el presente de Estudiantes no se ve como el resultado de una buena racha sino como el premio a un trabajo sostenido y a conciencia. Una labor muy profesional, con los detalles bien ajustados y que augura muchas más alegrías.
Reescribiendo la historia
Mantener durante tanto tiempo un proceso es algo poco usual en estos tiempos. En nuestro Estudiantes deberíamos retrotraernos a casi 25 años con el primer ciclo como técnico de Juan José Irigoyen, con 3 años y 8 meses en el cargo. Hoy donde prima la inmediatez, la relación duradera que se ha entablado entre Alicio Dagatti, como referente dirigencial, y Marcelo Vázquez, como cabeza del cuerpo técnico, es una apuesta a valores que parecen perdidos en el fútbol actual, poniendo la confianza en el trabajo por delante del resultado estadístico.