Cuantas verdades futuras encerró aquella frase que pronunció Alicio Dagatti el día que ganó la elección a presidente de Estudiantes: «estamos condenados al éxito».
Esa profecía que tenía como fin primario devolvernos la esperanza en un momento de desconcierto, fue, con el correr del tiempo, cristalizándose en momentos maravillosos.
Hoy, como corolario una fría tarde invernal, Estudiantes levantó su octava copa oficial de este más que exitoso ciclo. El apostar a los torneos locales tiene su premio, por esto el León es Campeón del Apertura 2019.
Antes del festejo se jugó el clásico. Los dirigidos por Chepe Flores salieron dispuestos a imponer su movilidad para quebrar las líneas atenienses y acercarse a la valla de Domínguez. Solo dos minutos se llevaban jugados cuando Azcurra le ganó las espaldas a Dho, desbordó por derecha y mandó el centro para la entrada de Flores, cuyo remate salió apenas desviado.
El vértigo que intentaba imprimirle el celeste al juego de a poco se fue disipando. Los volantes de Estudiantes tenían la pelota pero les costaba encontrar receptores a quienes asistir. Cuando Atenas metía presión y recuperaba se insinuaba en ataque aunque sin preocupar a Bigo, pero emparejando el trámite.
Pasado el minuto 20 Estudiantes fue recobrando su presencia ofensiva. En el minuto 22 avisó Flores con un cabezazo. En al jugada siguiente no puede Céliz en el área, y la pelota le queda a Azcurra cuyo remate se va por arriba. A los 29 minutos se dio una de las jugadas más claras. La manejó Flores en sus inicios, siguió por Céliz y la concluyó la Joya Quiroga con un derechazo que reventó el travesaño.
Sin embargo la fortuna le sonrió a Atenas al final de la etapa, cuando en una jugada de tiro libre, no pudo Farchetto y le quedó a Abba, que entrando por el segundo palo convirtió el 1 a 0.
Segundos se jugaban del complemento y Atenas se ponía al frente 2 a 0 con el gol de Dho. Demasiado premio.
Cuesta arriba Estudiantes salió a revertir la historia. Trató de volver a poner la pelota contra el piso y salir ordenado, aunque le costó, más cuando en el minuto 20 Rojas se va expulsado.
Con uno menos Estudiantes debió redoblar esfuerzos frente un Atenas que, aprovechando la superioridad numérica, quiso llevárselo por delante. Ante este panorama, Chepe Flores dispuso los 3 cambios para reacomodar sus filas y equilibrar el trámite.
Con la presión de Atenas en baja, Estudiantes pasado el minuto 30 fue encontrando nuevamente los espacios para desplegar su juego. En dos ocasiones, ambas en los pies de Russo, tuvo la oportunidad de descontar pero falló por poco.
Ya mirando de reojo los otros resultados el clásico llegó a su fin. Atenas celebró mientras que los jugadores de Estudiantes se hicieron de una radio para escuchar los instantes finales de los otros encuentros. Primero llegó el resultado de Banda Norte. Unos minutos después, que parecieron siglos de angustia, se escuchó el cierre del partido de Belgrano de Mackenna, y fluyó la euforia. Estudiantes era una vez más campeón del fútbol riocuartense. La condena al éxito parece que es perpetua.
SINTESIS
ESTUDIANTES 0: Bigo, Suárez, Rojas (expulsado st 20′), Fenoglio, Serassio (Rigo), Azcurra (Russo), Icardi, Flores, Quiroga, Montejano, Céliz (Stefani). DT: Seferino Flores. Suplentes: Garelli, Castro.
ATENAS 2: Domínguez, Barile, Abba, Acosta, Gava, Dho (Guardia), Barrera, M. Azcurra, Villarreal (González), Albornoz (Oyola), Farchetto. DT: Ricardo Carnielli. SUplentes: Guardia, Savorgnano.
Goles: Abba (pt 42′), Dho (st 30″).
Arbitr: Federico Drubi. Estadio Ciudad de Río Cuarto – Antonio Candini