En otra clara muestra de la institución de potenciar su estructura infanto-juvenil, incorporó al querido exjugador y director técnico para encarar un nuevo año de competencias junto con las categorías formativas.
Semanas atrás, Estudiantes había oficializado la salida de Federico Lussenhoff como coordinador de infanto-juveniles de la institución, luego de dos años de haber asumido el cargo. Con varios nombres en carpeta, la dirigencia celeste designó ayer a Rodrigo Siravegna para que ocupe el cargo que dejó el Colo.
En diálogo con Puntal, Rodrigo cuenta cómo fue la designación en el cargo y explica de qué se tratará su rol en la institución. Además,habla sobre la planificación que llevará en el cargo y los valores que serán guía para transmitir a los más jóvenes.
-¿Cómo llegás a esta cuarta etapa en Estudiantes? Primero,jugador; después, en preparación física, director técnico y, ahora, coordinador.
-La verdad es que muy contento y feliz porque puedo volver a mi casa. Tengo muchas expectativas e ilusiones de poder ayudar al jugador del club, que es lo más importante. Trataremos de mejorarlo para tener, a futuro, potencial en la Primera Nacional. Pude tener charlas con Claudio (Ochoa) y Alicio (Dagatti) para llegar a un acuerdo y empezar a trabajar en esta nueva etapa con muchas ganas.
¿Qué significa para vos ser coordinador de infanto-juveniles?
-Es una responsabilidad muy grande, pero a su vez es un desafío hermoso. Creo que en mi papel va a estar el de ordenar a los directores técnicos, el trabajo y planificación semanal, mensual y anual de los entrenamientos. Trataré de bajar líneas de juego, entrenamiento y sobre todo respeto y compañerismo de los jugadores. Considero que es un papel muy importante y lo hago con muchas ganas, esto no quiere decir que en los demás clubes no haya sido así, pero estar en mi propia casa es más gratificante.
-¿Cómo le explicarías a una persona que no entiende de fútbol tu nuevo rol de coordinador?
-Es tratar de planificar y bajar una línea de entrenamiento para todos los directores técnicos de cada categoría. La idea es que todos trabajen de la misma manera y que podamos interactuar para mejorar al jugador. Trataré de que también aprendamos de nosotros mismos y que se transmita la enseñanza entre pares. Serán momentos de mucho trabajo organizado para tratar de que los jugadores crezcan, no sólo en lo futbolístico, sino también como personas.
-En lo personal, ¿en qué momento te agarra esta designación?
-En un buen momento porque había dejado de dirigir en julio y me tomé un tiempo para poder descansar. Tenía propuestas de otros clubes para dirigir la primera división de la Liga, pero cuando me llamó Claudio Ochoa me gustó la propuesta. Es un rol que me da gusto cumplir y siendo Estudiante siempre es muy gratificante. Voy a estar desde el día uno a disposición de toda la gente y trataremos de mejorar al jugador del club. Creo que en mí se tienen que ver reflejados los chicos, porque pasé por lo que están pasando ellos, sea bueno o malo. Voy a tratar de hacerles entender que llegar a jugar en lo más alto se consigue con constancia, respeto, compromiso y haré lo posible por volcarles eso a los chicos de la institución.
-¿Resulta más fácil transmitir esos valores siendo coordinador?
-Tengo una formación muy buena porque empecé con el Payo Aimar (papá de Pablo y Andrés) y creo que todos los chicos que pasamos por el club en aquella época tenemos un recuerdo muy lindo de él. La verdad es que siempre nos inculcó esos valores, como también todos los profesores que me tocaron a la largo de mi carrera en Estudiantes. Hoy me toca estar en esta posición y voy a seguir con los valores que inspiraron ellos para poder volcárselos a los chicos para que no sólo sean buenos jugadores, sino también buenas personas.
-Toda la camada de jugadores de tu época nombra a Jorge Sturniolo como mentor. ¿Ayudan esas enseñanzas para poder ocupar el cargo que tendrás ahora?
-Seguro que sí. Sturniolo nos dejó muchísimas enseñanzas a la hora de hablar de valores y, sobre todo, compromiso. Sin dudas que su formación será de gran ayuda para el rol de coordinar, como así también el de los grandes técnicos que tuve a lo largo de la carrera de Estudiantes. Pero la verdad es que el tiempo pasa rápido y ahora toca tratar de hacer lo mismo. No sé si seré mejor o igual, pero de lo que estoy seguro es de que le voy a poner toda la pasión que le ponían ellos cuando eran nuestros profesores.
-¿Qué proyecto trazaron junto con la dirigencia?
-La idea es que seamos un cuerpo técnico unido y que todos tiren para el mismo lado. El objetivo es tratar de mejorar al jugador de Estudiantes y que el día de mañana los chicos que pasan por las inferiores lleguen a jugar en primera división. No va a ser una tarea fácil, pero con mucho trabajo se puede lograr. Siempre digo que cuando las cosas se hacen con pasión resulta todo más fácil, así que vamos a transmitirles a los directores técnicos que voy a tener a cargo que lo hagan con esa misma pasión. Lo bueno es que la mayoría son del riñón del club, entonces saben del sentido de pertenencia con el que se tiene que trabajar y transmitirles eso a los jugadores para que lleguen a ser parte de la primera división de Estudiantes.
¿Cómo viviste el último mundial y cuánto disfrutaste ver a tu amigo, Pablo Aimar, campeón del mundo?
-Lo estoy disfrutando recién ahora, pero durante el Mundial lo sufrí mucho y no sólo por Argentina, sino porque tenía un amigo viviendo todo eso. Uno cuando tiene a alguien que quiere tanto siempre desea que le vaya bien y me pasa con todos. Por ahí veo a los equipos de Juan Palandri y cuando le va mal me pongo triste, así que imaginate lo que me generaba a nivel de la selección nacional con Pablito sentado en el banco. La verdad es que no la pasé del todo bien por todos los nervios y ansiedad que pasamos. Hoy puedo disfrutar y estoy realmente feliz por Pablo.
-¿Pudiste hablar con Pablo luego de la consagración?
-Sí, pude hablar con él luego de que se diera el campeonato del mundo y está muy contento por lo que lograron. Tuve la suerte de que me hablara desde el campo de juego y fue una felicidad porque es algo que no se logra todos los días